jueves, 22 de noviembre de 2012

¿No quieres un mole?


El mole es uno de los platillos más representativos de la mexicanidad,
especial para las grandes celebraciones.
Un plato de mole con arroz

El origen del mole se pierde en la leyenda o se ubica en las grandes
cocinas de los conventos poblanos de la Colonia. En dichos conventos se
fortaleció y perfeccionó el arte culinario mexicano, pues se agasajaba
frecuentemente a las grandes personalidades civiles y religiosas del
Virreinato. Allí se disfrutaron por primera vez muchos de los platillos
que a la postre dieron fama mundial a la Cocina Mexicana.

Cuenta la leyenda, que en una ocasión Juan de Palafox, virrey de la Nueva
España y arzobispo de Puebla, visitó su diócesis, un convento poblano le
ofreció un banquete, para el cual los cocineros de la comunidad religiosa
se esmeraron especialmente.

El cocinero principal era fray Pascual, que ese día corría por toda la
cocina dando ordenes ante la inminencia de la importante visita. Se dice
que fray Pascual estaba particularmente nervioso y que comenzó a
reprender a sus ayudantes, en vista del desorden que imperaba en la
cocina. El mismo fray Pascual comenzó a amontonar en una charola todos
los ingredientes para guardarlos en la despensa y era tal su prisa que
fue a tropezar exactamente frente a la cazuela donde unos suculentos
guajolotes estaban ya casi en su punto.

Allí fueron a parar los chiles, trozos de chocolate y las más variadas
especias echando a perder la comida que debía ofrecerse al Virrey.
Fue tanta la angustia de fray Pascual que éste comenzó a orar con toda su
fe, justamente cuando le avisaban que los comensales estaban sentados a
la mesa.

Señoras haciendo el mole

Un rato más tarde, él mismo no pudo creer cuando todo el mundo elogió el
accidentado platillo. Esta leyenda tuvo tanta acogida popular que incluso
hoy, en los pequeños pueblos, las amas de casa apuradas invocan la ayuda
del fraile con el siguiente verso: "San Pascual Bailón, atiza mi fogón".
No obstante, lo seguro es que el mole no es producto de una casualidad,
sino el resultado de un lento proceso culinario iniciado desde la época
prehispánica y perfeccionado, sí, en la Colonia, cuando la Cocina
Mexicana se enriqueció con elementos asiáticos y europeos.

Cada región imprimió en el mole su sello propio y así fueron surgiendo el
mole poblano, el mole negro de Oaxaca, el mole amarillito del sureste, el
mole coloradito del Valle de México, el ranchero de la Altiplanicie y
otros muchos que nos asombran tanto por su complejidad como por su
sencillez.

Delicioso y Precioso Rompope


En está ocasión te vamos a contar la historia de una bebida tradicional de Puebla como lo es el Rompope. Ya habían pasado más de tres años desde la llegada de los misioneros franciscanos a América. Los indígenas eran pobres y esclavos de los criollos, sometidos por éstos para trabajar sus tierras. Los indios descalzos y los conquistadores, bien vestidos, asistían a las iglesias que ya se habían construido en la Nueva España pero sólo hasta después de unos años, porque en un principio los indígenas escuchaban misa en latín frente a las capillas abiertas que se construyeron en los patios de las iglesias con pisos de tierra.
Durante la homilía los olores se mezclaban en el ambiente y al terminar los oficios religiosos cruzaban la puerta del templo para volver cada quien a su verdadera posición.

La iglesia logró mantener el control de toda la población, se inmiscuía en los asuntos políticos y por ello, los conventos eran los lugares, que con regularidad, recibían a autoridades eclesiásticas y personalidades del gobierno. Las monjas Clarisas eran expertas en alojar a figuras de alcurnia y cuando ello sucedía preparaban los mejores platillos y bebidas, entre ellas el rompope. Con un poco de leche, canela, huevos y azúcar creaban esta suculenta bebida que ofrecían a las visitas, pero ellas nunca la probaban.

Cuenta la leyenda que una mestiza  de nombre Eduviges que ya había hecho sus votos, aprendió muy bien la receta y después, en el convento de los franciscanos en la ciudad de Puebla de los Ángeles, ella era la encargada del rompope y como lo probaba de vez en cuando para darle la sazón especial, le platicaba a las otras monjas del sabor suave y rico del rompope. Más adelante se las arregló para que el rompope se hiciera también para consumo de las hermanas.
El rompope solamente se fabricaba en los conventos, Como ya se había dado el primer paso y su sabor fue tan aceptado por las familias de las monjas decidieron comercializarlo y en él, las monjas Clarisas encontraron un buen sustento para la congregación.

Desde la época virreinal la receta original se resguarda tras los muros de los conventos de Puebla, y aunque no es propia de los mexicanos, el rompope gusta tanto que desde hace años ya lo adoptamos como nuestro.Así pues, en las cocinas de los conventos virreinales se molieron en sus metates los más variados ingredientes que sazonaron, perfumaron y recibieron color de las flores, para formar uno de los más ricos mestizajes en México.A pesar de que si hay una receta para hacer Rompope, se supone que hay un ingrediente de la formula original que todavía se desconoce, pero aquí te damos la recetas por si te animas prepararlo.
Mire No'mas que DELICIA!
Ingredientes:

ü 4 tazas de azúcar
ü ¼ taza de almendras
ü ron al gusto
ü 6 tazas de leche
ü 5 yemas de huevo
ü un chorrito de vainilla
ü 1 raja de canela
ü colorante para grenetina al gusto

Preparación:

En la licuadora se muelen las almendras con un poco de leche hasta que no queden grumos.
La leche se pone a hervir y se agrega el azúcar y las almendras, incorporándolas lentamente con la pala de madera, recordando que solo se debe de mover hacia un solo lado. Retírese del fuego cuando este hirviendo.
Bata las yemas con el ron a punto de cordón y cuando estén listas, vierta las lentamente, incorporándolas con la pala hasta que quede una mezcla uniforme. Colar la bebida para eliminar cualquier grumo que se hubiera formado.
Si le apetece, puede agregar un poco de colorante para dar mas vista a la bebida.
Cuando enfríe, envasar en un recipiente de vidrio.

Dulces Típicos



En México los dulces existen prácticamente desde la época prehispánica y con la llegada de los españoles se fueron mezclando ingredientes, creando sabores y texturas únicas en el mundo, es muy bueno saber que aunque ya ha pasado mucho tiempo cada estado tiene por lo menos un dulce típico que regalarle al viajero, pero uno de los lugares más sobresalientes en lo que se refiere a dulces típicos es Puebla.

Los dulces típicos de Puebla han sido desde la época Colonial considerados una verdadera delicia, incluso eran tan famosos que se construyó un edificio imitando en sus adornos a los alfeñiques (dulces de pasta de azúcar con aceite de almendra, de aquí que a este edificio se le llamara "la Casa del Alfeñique", una joya colonial.

Entre los dulces poblanos más conocidos están los polvorones, las obleas con miel, las pepitorias, los alfajores, las pepitas de calabaza, los buñuelos, los deliciosos borrachitos, entre muchos otros, pero sin lugar a dudas el más famoso es el camote.

Se dice que el dulce del camote tuvo un origen un poco casual ya que en un convento de monjas, uno de los pequeños decidió hacerle una broma a una monja que tenía una olla al fuego; cogió un camote, lo echó a la olla, lo revolvió con azúcar y lo batió para que se formara una masa que fuera difícil de quitar a la hora de lavarla. Al poco rato llegó la monja, probó la revoltura y le gustó. Según de ahí nació este dulce tan reconocido a nivel mundial.

Es tanta la importancia de esta dulce tradición que si vas a la ciudad de Puebla, en pleno Centro histórico pregunta por la calle de los Dulces y cualquiera te dirá su ubicación y las tiendas que hay ahí ofrecen una gran variedad de dulces, además que en esta misma calle también podrás encontrar mucha artesanía.

Algunos Dulces Tipicos
En el estado de Puebla, se produce una gran variedad de dulces que destacan por su gran colorido y variedad de sabores, la mayoría creados desde la época colonial con la llegada de los productos españoles. Los dulces típicos poblanos surgieron en los conventos de las diferentes órdenes que existían en Puebla: Clarisas, Dominicas, Carmelitas, etc.

En los conventos de Santa Mónica y Santa Rosa se elaboraron por primera vez toda la gama de dulces que por su característico sabor y gran calidad se han vuelto famosos en México y en el mundo como son las tortitas de Santa Clara, los camotes poblanos o camotes de Santa Clara.
Estos son los mas conocidos dulces típicos que hay en puebla:
  · Camotes, es un dulce típico poblano hecho a base de camote que es raíz tuberosa comestible.
  · Muéganos, dulce típico de harina de trigo cubierto de caramelo de azúcar y piloncillo. Tienen un ligero sabor a canela y es crujiente.
  ·  Polvorones, originario de España, este dulce de cacahuate y harina  es muy similar al polvorón sevillano, de sabor delicioso y textura suave.
 · Alfeñique, es una pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y retorcidas; se usa para elaborar dulces tradicionales que se colocan en las ofrendas o altares de la celebración del Día de Muertos.
  ·  Alegrías, dulces hechos a base de amaranto y piloncillo.
  ·  Borrachitos, son unos rollitos de harina y azúcar con un poco de licor. Existen diferentes sabores: fresa, rompope, piña y limón.
 · Jamoncillo de pepita y piñón, del tradicional dulce de leche, complementado con las deliciosas semillas de calabaza o del piñón. En forma de bolitas de diferentes tamaños en colores amarillos y rosa, o en barras de colores blanco, rosa o rojo.
  ·  Macarrones, el tradicional dulce de macarrón está hecho de leche principalmente, con sabor y textura suave, es uno de los preferidos por turistas y locales.
 · Tortitas de Santa Clara, dulces más distintivos de Puebla, fueron creados en el Convento de Santa Clara durante la Colonia Española. Es una galleta con dulce de Pepita.


Sexy Chile En Nogada

En México el mes de septiembre es un mes de celebraciones patrióticas  Es época de exaltar fechas importantes, y de comer los famosos y deliciosos CHILES EN NOGADA!

Imagen de un chile en nogada

¿Que son los chiles en nogada?

En septiembre de 1821, año de la consumación de la Independencia, México visito por primera vez los tres colores de su bandera. Don Agustín de Iturbide (caudillo de la independencia y próximo emperador de la nacion) visita Puebla con la intención de celebrar su santo y sus seguidores deciden festejarlo con un suntuoso banquete.


Las madres agustinas del Convento de Santa Monica serian las encargadas de confeccionar un platillo que fuera alusivo a la bandera, debían resaltarse los tres colores del estandarte: verde, blanco y rojo. Las monjas eran famosas por su insuperable fervor culinario. Hicieron una cuidadosa selección de ingredientes poblanos, y utilizaron los que les ofrecía la temporada como: el chile  nuez de castilla y la deliciosa granada

Clastruo del Convento de Santa Monica
La preparación fue la siguiente: los chiles fueron capeados y como relleno emplearon carne molida ligada con frutas (durazno, manzana, pera y plátano macho), al terminar la preparación del chile, lo sometieron a un baño con la nogada. La nogada estaba compuesta de: nueces, queso de cabra, oporto, y para adornarla granos de granada y perejil. El resultado fue espectacular a la vista y delicioso al paladar, un nuevo platillo había nacido portando los colores nacionales y pasaba a formar parte de la extensa gastronomía mexicana.